Somos balconópatas

La idea de colgar banderas y demás en balcones no es nueva. Ya hace muchísimos años se colgaban mantones en semana santa o banderas de España cuando visitaba la ciudad algún representante político de envergadura.

Con el paso de el tiempo, esa costumbre se ha deformado, dando paso a otro tipo de "cuelgues", como el "cuelgue brasileiro", que se trataba de colgar banderas de Brasil en el pasado mundial de fútbol. La población local, como buenos españoles, respondió con una colgada masiva de banderas rojigualdas, que , eso sí, duraron menos que las primeras.

Al poco llegó la navidad (la del Corte Inglés) y la ciudad se plagó de tíos gordos con barba blanca y vestidos de rojo intentando trepar por los balcones. La envidia se fue expandiendo por las calles (lo típico de la navidad) y todos los vecinos no querían ser menos que sus cohabitantes, por lo que encontrabas zonas en las que no se veían las paredes, solo santaklauses, a cual más grande.

Hace un par de meses, nos sorprendió la colgada masiva de carteles de Madre Carmen, apoyando así el acto de beatificación de la (ya) bendita. Hubo incluso quien tuvo dudas y como no sabía de qué iba la cosa, mezcló a la beata con la rojigualda, no se si por creerse que había un mundial de santos y beatos o vaya usted a saber.





Hoy, como buenos balconópatas, hay quien no puede dejar de celebrar el título de liga.