miércoles, 17 de octubre de 2007

Viaje a la costa occidental gaditana

El puente del día 12 de octubre ha sido fructífero. Como quedarnos en casa no era una opción, decidimos hacer una escapada hacia una de las zonas de la comunidad andaluza de mayor belleza natural, con playas de arena fina y poca explotación urbanística. Los Caños de Meca, Zahora, Zahara de los Atunes... son conocidos por ser uno de los destinos turísticos de mayor crecimiento en los últimos años, sobre todo para un sector de la población que busca el abrazo con la naturaleza.


Ver mapa más grande

Jornada 1.- Antequera - Zahora
Salimos tarde (para nuestro gusto) de Antequera, cogimos dirección Málaga y desde allí empezamos a bordear la costa en dirección a poniente. Íbamos dirección Barbate, que es la población de la que es pedanía nuestro primer destino. Después de pelearnos con el GPS para que no nos metiera por vías pecuárias, llegamos a nuestra primera parada. Nuestro alojamiento era el camping "Los Caños de Meca", cuyo nombre (¡ojo!) no corresponde a su localización, ya que está en el pueblo de Zahora.
Como al parecer todos los que llegábamos ese día al camping íbamos guiados por el GPS (maldita globalización...), todos nos perdimos y todos llegamos a la misma hora, por lo que tardamos un poco en hacer el check-in, aunque la espera mereció la pena. Nos alojamos en un bungalow para 4 personas, a 60€ la noche (15€ por persona, tened en cuenta que Octubre ya no es temporada alta, por eso el precio). El bungalow muy bien, con su cocina, baño, las camas eran (sorprendentemente) cómodas, una TV (que apenas usamos), un porche con mesa y sillas...

Por muy cómodo que fuera, no era nuestra intención pasar allí la tarde, así que, después de almorzar, salimos a investigar la zona y nos dirigimos a la playa.

NOTA A LOS POTENCIALES VISITANTES: no intenten ir a la playa desde el camping en coche, es mucho mejor ir andando, ya que no está lejos. Nosotros así lo hicimos y a la vuelta presenciamos el "bonito" espectáculo de varios coches intentando pasar por una calle estrecha por la que apenas cabe uno. Eso sí, cada coche en un sentido. (|o|)

En la playa nos armamos de valor y nos metimos en el agua, ya que la temperatura del día acompañaba a hacerlo. Siempre es gratificante bañarse y disfrutar de una playa donde alzas la vista y apenas ves un chiringuito de madera y poco más, nada de grandes hoteles, ni de apartamentos o zonas residenciales. Aquí es donde descubrimos porqué llaman a esos pueblos la "zona hippie" de la provincia, ya que el buen rollo y el ambiente agradable acompañaban a los que estábamos allí.

No nos podíamos perder la puesta de sol, que fué espectacular, con aplauso de los asistentes incluido, como si de una representación teatral se tratase.





Jornada 2.- Baelo Claudia - Vejer - Caños de Meca

Comenzamos el día a una hora prudente, para así conseguir aprovecharlo al máximo. Entre playa y arena, también es posible encontrar otros destinos más culturales, por lo que nos decidimos a visitar los restos de la ciudad romana de Baelo Claudia.

Es de resaltar (y, porque no, digno de admirar) el parque eólico que se encuentra de camino, entre Vejer y Tarifa, por la gran cantidad de molinos que se pueen observar.

Situada cerca de Tarifa, en Bolonia, Baelo Claudia fue una ciudad de importante reputación comercial, debido a su localización geográfica, entre dos continentes.

Entre los restos que han llegado a nuestros días se puede observar la estructura de la típica ciudad romana, destacando su fábrica de salazón y de garum, una salsa hecha a base de cabezas y tripas de pescado, que disfrutaba de una gran reputación en la antigua Roma.





Finalizada nuestra visita al conjunto, decidimos volver y pasar por la ciudad de Vejer de la Frontera. Esta ciudad de casas blancas (blanquísimas), que ha sido declarada Conjunto Histórico-Artístico, destaca por su casco antiguo, de pequeñas casas y calles empinadas y encurvadas. La ciudad conserva aun parte de su muralla, así como varias torres y las cuatro puertas de acceso al recinto amurallado.





















Una vez acabada nuestra ruta cultural por la zona, nos dispusimos a explorar nuevas playas, por lo que fuimos hacia la playa (esta vez sí) de Caños de Meca. El día, meteorológicamente hablando, no era tan bondadoso como el anterior, y el viento se encargó de recordarnos dónde estábamos. Pero al llegar a la playa, este mismo viento nos hizo ver algo que no esperábamos. La playa estaba tomada por multitud de kitesurfers, convirtiendo la visión en un espectáculo que tenía como testigo al faro de Trafalgar.

Jornada 3: Gibraltar y vuelta a casa

Antes de volver a casa se nos ocurrió pasar por Gibraltar, ya que no lo conocíamos. Nuestra idea era subir a ver los famosos monos, pero por diversos motivos no lo hicimos.

Después de esperar la cola de coches para entrar en la colonia inglesa, recorrimos sus calles hasta dar con un sitio donde dejar el coche. La primera impresión es la de una ciudad que hace un gran contraste con su entorno, ya que las casas, las calles e incluso la gente (todo con matices) difieren del modelo andaluz. De hecho, el tiempo lluvioso ayudó a que nos hiciéramos esa imagen de ciudad inglesa.
Curiosidad: Escuchar a sus habitantes hablar español te resulta bastante chocante, ya que el dialecto se podría llamar gaditanglish, que mezcla los dejes y seseos del gaditano con la pronunciación inglesa.

Llegamos sin mucha dificultad al aparcamiento del teleférico, que está al aire libre y es gratis. Desde allí es un buen punto para visitar la ciudad, ya que no es muy grande (un bushe, según una camarera, de ahí lo del gaditanglish). El teleférico sube al peñón, donde están los monos.

Tengan en cuenta una cosa: la moneda oficial es la libra de Gibraltar, aunque se aceptan euros. El cambio está(ba) a algo más de 1,50€ per pound, pero si van a realizar compras, es interesante cambiar a libras y comprar con esa moneda, ya que es muy posible que esa cifra de cambio suba en algunos comercios locales.


Mucho ambiente comercial, aunque realmente no creo que merezca la pena ir a comprar alcohol o tabaco, debido a que la diferencia de precios es pequeña. Como curiosidad, puedes adquirir botellas de Jack Daniell's de 3 litros por unos 45€. Haz cuentas.

Cuando quisimos subir al peñón, pensamos la opción del teleférico, pero nos parecía caro (8 punds, que al cambio salían a 13,50€ por persona), por lo que decidimos subir en coche. Tras un estrecho camino, nos encontramos un peaje y un cartel con los precios para entrar, costando lo mismo subir en coche que en el teleférico (bueno, 1,5€ más en coche, por peaje), así que, después de debatirlo, decidimos que nosotros eramos aún bastante simios como para pagar por ver a otros congéneres. Media vuelta y para casa.